¡Mi día llegará!

Ese es el dicho de muchos, pero que pasa cuando tu día no llega.?

Es triste y lamentable ver y oír muchas personas en esa posición, literalmente se desesperan y se afanan en que ese día llegue, tratan de apresurar las cosas a toda costa quieren y anhela estar bien.!!

En la biblia hay un relato, una historia que refleja lo que le acabo de escribir. Esta historia es la de Abraham y Sara en Génesis 15, Dios le hace una promesa a Abraham de ser padre de multitudes. Abraham espero que su día llegara no sabía cuánto tiempo iba a esperar, pero espero. Pasaron 10 años, Sara la esposa de Abraham, no soporto la espera y cometió el error de tratar de ayudar a Dios para que llegara rápido lo que Dios le había prometido. Ese desespero costó mucho, ese traspié de ella ocasiono una guerra que hoy en día existe.

No importa cuánto tiempo allá pasado, si hoy te sientes sobrecargado y desesperado en que ese día que Dios te prometió llegue. Hoy te digo sigue esperando porque:

El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento.

2 Pedro 3:9

Amén..!!