Necesitamos líderes diferentes para tiempos diferentes

Es difícil descubrir que para los demás eres raro y diferente por el simple hecho de hacer exactamente lo que el Señor te mando hacer. De pronto te sientes que no hay muchos como tú que estén haciendo lo que tú estás haciendo, que estén hablando lo que tú estás hablando, y que estén siendo rechazados como tú en algún momento eres rechazado.

Creo que si Juan el Bautista estuviera leyendo mi blog diría: “Gustavo, me identifico con lo que has escrito, ¡yo soy ese que tu estas describiendo! Juan el Bautista, vestía raro, comía raro, predicaba en lugares muy raros como en el desierto, que la verdad no era nada común en aquel tiempo predicar en un escenario como ese, también hablaba cosas raras que a muchos les gustaba pero a otros no, al punto que le cortaron la cabeza.

Un día vi una imagen de un paraguas amarillo entre cientos de paraguas negros y solo pensé lo siguiente: Yo soy ese paraguas amarillo y sé que se siente estar ahí.

Por el hecho de ser mayoría no significa que se esté haciendo lo correcto y por el hecho de ser minoría no significa que se esté haciendo lo incorrecto.

El problema dramático de la iglesia es que queremos que esta generación haga toda una coreografía para vernos todos iguales y eso tiene que cambiar.

Hace algunos años, yo estaba más joven hasta parecía todo un integrante de ONE DIRECTION, un pastor me dijo: “Hijo ya no puedes continuar predicando este fin de semana en nuestro evento puesto que hoy por la mañana los diáconos hicieron junta y se llegó a la conclusión de boicotear tu participación, la razón es que eres un predicador que no parece predicador, hablas lo que comúnmente no se dice en los púlpitos y te paraste en una silla entre el público y ese fue el fin de tu historia en este evento”.

Pues al ver los diáconos de esa iglesia que no me uní a su coreografía concluyeron que era un rebelde por no seguir sus reglas.

¡Ah que experiencias me sucedían los primeros años! ¡Bueno y todavía!

Me continuó diciendo el Pastor: “los jóvenes están felices y bendecidos, pero los diáconos están como diablaconos muy molestos. Terminó diciéndome hijo, te digo la verdad, a mi me gusta tu ministerio, solo que aquí mandan ellos, te quiero pedir algo, concluyó: Nunca cambies, se la persona que Dios te mandó ser y disfruta lo que haces porque cada tiempo tiene un loco”.

Si, la verdad esta es una experiencia épica que me toco vivir hace muchos años en una Ciudad de mi país México. Pero desgraciadamente este patrón de boicotear a una generación por ser diferente sigue sucediendo.

Ten mucho cuidado, ya que te veras tentando a ser como los demás para ser aceptado, recuerda que Jesús te dio un llamado muy específico y diferente, que aunque no parezcas predicador, pastor o un líder delante de los ojos del gremio religioso y legalista no significa que no lo seas, solo recuerda que desde los tiempos de Jesús no se aceptaba lo que fuera distinto a ellos, ahí es donde tienes que tomar ánimo al saber que no eres el único que pasa por este rechazo y eso te da valor para seguir siendo diferente y seguir haciendo las cosas como el Señor te dijo sin importar el precio que tengas que pagar.

Ministerios diferentes para tiempos diferentes.

Atrévete a ser ese ministerio raro entre lo común pero cumpliendo la misión que el padre celestial te ha dado.

¡Vale la pena ser amarillo entre lo oscuro!